miércoles, 19 de junio de 2013


 

Yanacocha
Desde Quito usted puede fácilmente realizar una visita para observar aves en Yanacocha y Verdecocha; o en su defecto, usted puede visitar estas reservas en ruta cuando se viaja desde Quito hacia los Valles de Tandayapa y Mindo.  Yanacocha está a tan solo una hora, manejando, desde Quito y el sitio puede ser visitado durante todo el año con cualquier clase de vehículo; a excepción de la temporada de lluvia desde finales de Diciembre a principios de Mayo.  Durante el periodo de lluvias un vehículo de doble tracción es recomendable, sino casi siempre esencial.  Yanacocha no tiene lugares donde para hospedarse o instalaciones en donde se puedan comprar alimentos.  El acampar es permitido siempre y cuando sea con el permiso de los propietarios de las tierras o dentro del territorio de la reserva y con la respectiva autorización; sin embargo acampar no es recomendable debido a los helados vientos que se producen aquí, y a la elevación de 3300 metros.
La carretera Nono-Mindo comienza en Quito en la intersección de la Calle Machala y Avenida Mariscal Sucre. Llamaremos esta intersección 0.0 Kilómetros.  La Avenida Mariscal Sucre también es conocida como Avenida Mariscal Antonio José de Sucre o Avenida Occidental.  Tome la Calle Machala cuesta arriba hacia el occidente.  Continúe a lo largo de la calle Machala manteniéndose siempre en la calle principal con dirección a Nono.
‘Aquí respiras aire puro y estás en contacto con la naturaleza. Si tienes paciencia y eres observador, te puedes encontrar con un cuchucho, un armadillo y hasta un zorrillo”, dice Exequías Villarroel, coordinador de ecoturismo de la reserva Yanacocha, ubicada a 45 minutos de la capital.
‘Aquí respiras aire puro y estás en contacto con la naturaleza. Si tienes paciencia y eres observador, te puedes encontrar con un cuchucho, un armadillo y hasta un zorrillo”, dice Exequías Villarroel, coordinador de ecoturismo de la reserva Yanacocha, ubicada a 45 minutos de la capital. Sobre las faldas del Pichincha, en Nono, la Fundación Jocotoco impulsó un proyecto de conservación ambiental en 1 000 m de bosque montano andino nublado a 3 300 m de altura.
Uno de sus mayores atractivos son centenas de colibríes, aves emblemáticas de Quito. “Existen varias especies, como el rayito brillante, el alzafiro grande y el frentiestrella. Los turistas pueden verlos de cerca y en su estado natural”, comenta.
Cada mes, alrededor de 70 personas visitan el lugar, atraídas por la flora silvestre que se reproduce a los 14º C. “El polilepis (árbol) es el preponderante de la zona, pues se caracteriza por ser una especie captadora de agua, además de que atrae a los colibríes”, señala Luis Hipo, guardaparque del sector.
Los turistas pueden disfrutan de tres horas de caminata a través de cuatro senderos que muestran la biodiversidad de la zona. Además, existen cuatro túneles de aproximadamente 30 m de longitud que atraviesan la montaña y trasladan al público de un escenario a otro en pocos minutos.
realizado por diana coyago